sábado, 30 de marzo de 2019

El misterio del mensajero de la muerte




Era un viernes 6 de junio, me levantaba temprano para ir al trabajo, prendo la televisión y en todos los canales hablaban de una serie de asesinatos ocurridos en las cercanías de mi barrio y la desaparición de tres mujeres de hace ya 3 semanas, curiosamente lograron llamar mi atención, pero bueno decidí irme a mi trabajo.

Ese día trabaje hasta tarde, salí ya de noche, mientras caminaba podía notar de que era una noche rara, era una noche diferente, el cielo estaba estrellado con una inmensa luna roja que pareciera estar llena de sangre, con un clima frió y seco, y con un muy extraño silencio que podría llegar a poner nervioso y tembloroso hasta el hombre más valiente del mundo.

Finalmente llego a mi hogar, ya eran eso las 11 PM, decidí sentarme y permanecí casi inmóvil sentado en el sofá mirando la televisión durante un buen rato, había sido una jornada laboral muy dura. De repente entre el silencio de la noche comenzaron a escucharse aullidos cada vez con más frecuencia e intensidad, los cuales lograron atemorizarme. Ya inquieto e inseguro decido asomarme por la ventana y echar un vistazo, logre ver una misteriosa sombra que se escondía entre los arbustos, no podía dejar de observarla, esa cosa me observaba, aunque no podía distinguirla, podía sentir su fuerte presencia que lograba paralizarme. Finalmente pude moverme, esa cosa ya no estaba ahí, se había ido, pero ¿dónde? De repente mientras camino hacia el living pude sentir un golpe fuerte en la puerta de mi casa, inmediatamente las luces se apagan, abro la puerta muy valientemente, eché un vistazo y no vi nada fuera de lo normal, hasta que observé mi puerta en la parte interna tenia unas manchas de sangre y en el piso vi una nota que decía “SOCORRO”. Decidí, entrar a mi casa y encerrarme, tome el teléfono e intente llamar a la policía, pero no tuve éxito. Quedé solo e incomunicado, a la luz de la vela.


Eran ya las 01:30 AM, mi cuerpo estaba agotado estaba despierto muerto de miedo, los ojos me ardían y el cuerpo ya no me respondía, decidí tomarme un café para intentar despabilarme y recobrar algo de energía. Sentado con el café en mano comencé a escuchar más ruidos extraños, y ya comenzaba a entrar en pánico, intranquilo y paralizado del miedo quedé parado y solitario en medio del cuarto a la luz de la vela, sentía la presencia de una bestia furiosa a punto de atacarme, sentía que si movía un musculo esa cosa fuese lo que fuese saldría de donde se escondía y me atacaría. Los ruidos dentro de mi casa aumentaban, él estaba aquí adentro acechándome, no podía verlo, pero podía sentir su presencia.


Ya eran las 03:30 PM y aún seguía despierto y vivo, todo se estaba calmando, de repente la televisión se prende, por un segundo me asuste, la luz había vuelto. Ya estaba más tranquilo y seguro, busco el control para apagar la televisión, el cual estaba tirado en el piso, me agacho para recogerlo y al levantar la mirada pude verlo y esa cosa me miraba, era una especie de lobo gigante color negro, todo ensangrentado, con unos ojos gigantes rojos y una mirada muy aterradora sedienta de sangre, con una gran boca y afilados colmillos que serían capaces hasta de destruir gigantes rocas, quede mirándolo fijamente, paralizado del miedo, comencé a sudar, la respiración se me acortaba , tenía ganas de llorar, y ganas de huir, pero esa mirada atrapante no me dejaba marchar, hasta que de repente esa especie de lobo gigante emitió un ruido aterrador sobre mi cara, era tan fuerte el ruido que incluso pudo romper los vidrios de la ventana, salí despedido hacia atrás por el mismo impulso de ese sonido, golpee mi cabeza contra el piso y me desmalle.



Al amanecer de ese mismo día desperté en el suelo ensangrentado, la sangre no parecía mía, no sentía ningún dolor más que el golpe en la cabeza, siento ruidos de autos y gente en frente de mi casa, pude ver que estaba la puerta abierta, mi casa estaba encintada con esa cinta de policía, y veo un oficial parado en un costado de mi casa y le pregunte qué sucedió, no hubo respuesta, insistí e insistí pero no hubo resultado, estuve por golpearlo hasta que escuche la voz de mi hermano a lo lejos, y vi como entro corriendo a mi casa, le grite hermano! Pero él tampoco me escuchó, lo seguí, y pude verlo en el living llorando diciendo -¿por qué?¿Por qué lo has hecho?- y pude observar una persona llena de sangre ahorcada colgando, no lo podía creer, esa persona ahorcada era yo, y mientras que observaba vi a los policías llevándose tres cuerpos de mujeres. En ese momento comprendí todo, yo era esa persona mala y debía pagar por mis pecados, el mensajero de la muerte vino por mí y yo me marché con él.




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